NIBIRU Y ARMAGEDON.


Hacia donde uno mire, la humanidad se ve atrapada por el temor apocalíptico, el fervor mesiánico y la ansiedad del fin de los tiempos. El fanatismo religioso se manifiesta en guerras, rebeliones y la carnicería de ‘infieles.’ Ejércitos acopiados por Reyes del Oeste están en guerra contra ejércitos de los Reyes del Este. Un choque de civilizaciones hace temblar las bases de los sistemas de vida tradicionales. Las matanzas sepultan pueblos y ciudades; los grandes y poderosos buscan seguridad tras muros de protección. Las calamidades naturales y las catástrofes cada vez más intensas dejan a la gente preguntándose:

¿Ha pecado la Humanidad, está siendo testigo de la Cólera Divina, es debido a otro aniquilador Diluvio?

¿Puede haber o habrá Salvación, están llegando los tiempos mesiánicos, La época siglo 21 d.C. o fue en el siglo 21 a.C.?

La respuesta correcta es Sí y Sí, tanto en nuestra época como en los tiempos antiguos. Es una característica del tiempo presente, al igual hace más de 4 mil años, debido a los sucesos del tiempo intermedio entre ambas, el período asociado con el fervor mesiánico en tiempos de Jesús.

Estos tres períodos de cataclismos para la Humanidad y su planeta, dos en el pasado registrado uno cerca del 2.100 a.C. otro cuando “a.C.” cambió a “d.C.” y uno en el futuro cercano están interconectados; uno ha conducido al otro, uno puede ser entendido sólo mediante la comprensión del otro. El Presente deriva del Pasado, el Pasado es el Futuro. La Expectativa Mesiánica es esencial a los tres y la Profecía los enlaza.

Cómo terminará este tiempo presente lleno de problemas y tribulaciones, cuáles son los augurios para el futuro, requiere penetrar al reino de la Profecía. Lo nuestro no será una mescolanza de predicciones nuevas cuyo principal atractivo es el temor a caer y el Fin, sino un acto de fe depositado únicamente en testimonios antiguos que documentan el Pasado, predicen el Futuro y grabaron expectativas mesiánicas anteriores profetizando el futuro en la antigüedad y pueden creerlo, el Futuro está por llegar. En las tres instancias apocalípticas las dos que ya ocurrieron y la que está por suceder la relación física y espiritual entre el Cielo y la Tierra fue y permanece como crucial para los sucesos.

Los aspectos físicos fueron expresados por la existencia en la Tierra de sitios focales que la ligan con los cielos lugares considerados cruciales, que fueron focos de los eventos; los aspectos espirituales han sido expresados en lo que llamamos Religión. En las tres instancias, fue central un cambio en la relación entre el hombre y los dioses, en plural excepto que cuando cerca de 2100 a.C. la Humanidad que enfrentó el primero de estos eventos sobresalientes vivía una relación con ‘los dioses’, en plural. Cuando cambió esta realidad, es lo que se mostrará.

La historia de los dioses Anunnaki “Aquellos que vinieron del cielo a la Tierra”, como los llamaban los sumerios; vinieron a la Tierra desde Nibiru por necesidad de oro. La historia de su planeta, relatada en la antigüedad en la Epopeya de la Creación, un largo texto de siete tabletas; es considerado un mito alegórico, producto de mentes primitivas que hablan de los planetas como dioses vivientes en combate unos con otros. Pero como se muestra en ‘El 12º Planeta, los escritos antiguos son una sofisticada cosmogonía que relata como un planeta desviado, pasando por nuestro sistema solar, chocó con un planeta llamado Tiamat; colisión que derivó en la creación de la Tierra y su Luna, el Cinturón de Asteroides, los cometas y la captura del invasor en una órbita elíptica que toma 3600 años terrestres para completarla. Según los textos sumerios, hace 120 de tales órbitas, (120×3600=432.000 años) antes del Diluvio la ‘Gran Inundación’, los Anunnaki llegaron a la Tierra.

Cómo y por qué vinieron, sus primeras ciudades en el ED.IN (el Edén bíblico), la fabricación de Adán y las razones para ello han sido dichas en la serie de libros ‘las Crónicas de la Tierra’ y no se repiten aquí. Pero antes que viajemos al siglo 21 A.C., es necesario retro traer algunos famosos eventos pre-diluviales y otros post-diluviales.

La historia bíblica del Diluvio, Génesis capítulo 6, atribuye los aspectos en conflicto a la deidad Yahveh, quién al comienzo se mostró determinado a barrer al hombre de la faz de la tierra y luego abandonó esta senda para salvarla mediante Noé y el Arca.

Las fuentes sumerias de este cuento atribuyen el desafecto por la humanidad al dios Enlil y el esfuerzo por salvar a la humanidad al dios Enki. La Biblia maquilló en aras del Monoteísmo divergencias entre Enlil y Enki, la rivalidad y el conflicto entre dos clanes Anunnaki que dominaron el subsecuente curso de los acontecimientos en la Tierra. Ese conflicto entre ambos y sus descendencias y las regiones de la tierra asignadas a ellos después del Diluvio, necesitan mantenerse en la mente para comprender todo lo que sucedió a partir de entonces. Así pues, untémonos con algo de Anunnaki, Nefilim y nibirianos.

LAS GUERRAS DE LOS DIOSES DE ANTAÑO. La primera visita de Anu a la Tierra y las decisiones tomadas entonces marcaron el rumbo de los acontecimientos en nuestro planeta durante milenios. Con el tiempo, llevarían a la creación de El Adán el Hombre tal como lo conocemos, el Homo sapiens, aunque también sembrarían las semillas de futuros conflictos en la Tierra entre Enlil y Enki, así como entre sus descendientes. Pero con anterioridad, tuvieron lugar las insidiosas y amargas luchas entre la Casa de Anu y la Casa de Alalu, enemistad que estalló en la Tierra, en la Guerra de los Titanes, que enfrentó a «los dioses que están en el cielo» con los «dioses que están sobre la oscura Tierra»; y fue en su fase culminante final, ¡una sublevación de los Igigi! Sabemos que esto tuvo lugar en los primeros días de la colonización de la Tierra, después de la primera visita de Anu, y lo sabemos por el texto de La Realeza en el Cielo. Al citar a los adversarios, se refiere a ellos como «los poderosos dioses de antaño, los dioses de los días de antaño». Después de nombrar a cinco ancestros como «los padres y las madres de los dioses» que precedieron a Anu y Alalu, comienza el relato con las usurpaciones al trono de Nibiru, la huida de Alalu, la visita de Anu a la Tierra y la lucha posterior con KUMARBI.

EL DUODÉCIMO PLANETA.

Las especulaciones e ideas de la Tierra visitada por seres inteligentes de algún otro lugar postulan la existencia de otro cuerpo celeste desde el cual estos hubieran establecido una civilización más avanzada que la nuestra, como nuestros vecinos Marte o Venus, el lugar de origen. Sin embargo, pero se está dando por cierto que ninguno de estos ha tenido vida inteligente y mucho menos una civilización avanzada. Tales visitas a la Tierra contemplan la posibilidad de otras galaxias o estrellas distantes como hogar de los astronautas extraterrestres. La ventaja de estas propuestas es que no se pueden demostrar ni refutar. La desventaja estriba en que los «hogares» sugeridos están fantásticamente distantes de la Tierra y requieren un viaje de muchísimos años a la velocidad de la luz. Entonces tales propuestas postulan la posibilidad de solo un viaje de ida a la Tierra: Un equipo de astronautas en una misión sin retorno o quizás una nave espacial perdida y sin control en la que hicieran un aterrizaje forzoso.

 

LA MORADA PRIMIGENIA. Pero ésta no es precisamente la noción sumeria de la «Morada Celeste» de los Dioses quienes la aceptaban como un «lugar puro», una «morada primigenia». Los textos mesopotámicos se refieren con frecuencia a la magnificencia de la morada de ANU y a los dioses y armas que guardaban su puerta. GILMGAMESH fue al Lugar de la Eternidad y volvió a URUK; ADAPA también hizo el viaje y volvió para contarlo y lo mismo se puede decir del rey bíblico de Tiro.

  • Enlil, ENKI y NINHURSAG iban a la Tierra y hacían hogar en ella.
  • Su padre ANU permanecía en la Morada Celeste como su soberano.
  • Existen detalladas «listas de dioses» donde se nombra a 21 parejas divinas de la dinastía, que precedieron a ANU en el trono del «lugar puro».
  • ANU reinaba en una corte extensa y de gran esplendor.
  • GILMGAMESH contó y el Libro de Ezequiel lo confirma: El lugar con un jardín artificial tachonado por completo de piedras semipreciosas, donde residía ANU con su consorte oficial ANTU, seis concubinas y 80 descendientes de los cuales 14 eran de ANTU.
  • Un Primer Ministro, 3 Comandantes a cargo de los MU las naves espaciales.
  • 2 Comandantes de Armas, 2 Grandes Maestres del Conocimiento Escrito.
  • 1 Ministro de la Bolsa, 2 Justicias Jefes, 2 «que impresionan con sonido»
  • 2 Escribas Jefes con 5 Escribas Asistentes.
  • ADAPA cuenta que ENKI después de proporcionarle un SHEM, lo hizo tomar el camino hacia el Cielo y al Cielo subió y Cuando llegó se acercó a la Puerta de ANU. TAMUZ y GIZZIDA estaban allí de guardia en la Puerta de ANU.
  • Custodiado por las armas divinas SHAR.UR cazador real y SHAR.GAZ asesino real, el salón del trono de ANU era el lugar de la Asamblea de los Dioses.
  • En tales ocasiones, regía un estricto protocolo en el orden de entrada y en los asientos:
  • Enlil entra en el salón del trono de ANU, se sienta en el lugar de la tiara derecha, a la derecha de ANU.
  • EA entra al salón del trono de ANU, se sienta en el lugar de la tiara sagrada, a la izquierda de ANU.
  • Los Dioses del Cielo y de la Tierra tenían su origen en los cielos y podían volver a la Morada Celeste.
  • ANU bajaba a la Tierra esporádicamente en visitas de estado;
  • ISHTAR subió a ver a ANU al menos, en dos ocasiones.
  • El centro de Enlil en Nippur estaba equipado con un enlace cielo-tierra.

La gente de Sumer no exilió a los dioses a galaxias lejanas. Su Morada estaba dentro de nuestro sistema solar Y El viaje de ida y vuelta entre la Tierra y la Morada Celeste era posible y se practicaba desde un principio, pues se dice que tras decidir el establecimiento de BABILI en Sumer = la Puerta de los Dioses, el líder de los dioses explicó:

  • Cuando a la Fuente Originaria a la asamblea ascendáis, habrá un sitio de descanso para la noche para recibiros a todos.
  • Cuando desde los Cielos a la asamblea descendáis, habrá un sitio de descanso por la noche para recibiros a todos.
  • SHAMAH con su uniforme oficial era el comandante encargado de los APKALLU y del lugar de lanzamiento de las naves espaciales. Textos mesopotámicos tratan del APKALLU, término acadio que proviene del sumerio AB.GAL = grande, que dirige, o maestro, que indica el camino. GUSTAV GUTERBOCK en «DIE HISTORISCHE TRADITION UND IHRE LITERARISCHE GESTALTUNG BEI BABYLONIER UND HETHITEN» determinó que éstos eran los hombres-pájaro representados como Águilas. Los textos que hablaban de sus hazañas decían de uno de ellos que derribó a Inanna del Cielo, para hacerla descender al templo E-Anna. Ésta y otras referencias indican que los APKALLU eran los pilotos de las naves espaciales de los Nefilim. En sus muñecas SHAMASH lleva algo parecido a sendos relojes de pulsera sujetos con cierres metálicos. En otras representaciones de las Águilas se puede observar que todos los importantes llevaban estos objetos. Decorativos o con propósito útil y los estudiosos están de acuerdo en que estos representaban una roseta o racimo circular de pétalos irradiando desde un punto central y era el símbolo decorativo más común de los templos en todos los países de la antigüedad, predominante en Mesopotamia, Asia occidental, Anatolia, Chipre, Creta y Grecia.
  • Se acepta en general la roseta como símbolo del templo, materialización o estilización del fenómeno celeste del sol circundado por sus satélites.
  • Que los antiguos astronautas llevaran este símbolo en las muñecas da credibilidad a esta idea.
  • Existe una representación de la Puerta de ANU en la Morada Celeste que viene a confirmar el conocimiento en la antigüedad de un sistema celeste como el de nuestro Sol y sus planetas.
  • La puerta está flanqueada por dos Águilas indicando con ello que sus servicios son necesarios para llegar a la Morada Celeste.
  • El Globo Alado el emblema de la suprema divinidad corona la puerta Está flanqueado por los símbolos celestes del número 7 y el creciente, representando se cree a ANU flanqueado por Enlil y ENKI.

La Morada celeste y los cuerpos celestes representados por estos símbolos son representados por la imagen de una gran deidad que extiende sus rayos a 11 cuerpos celestes más pequeños que le circundan. Es un Sol orbitado por once planetas y no es una representación aislada, como se puede ver en los sellos cilíndricos del Museo de Oriente Próximo de la Antigüedad, en Berlín. Si ampliamos el dios o cuerpo celeste central de este sello, se rata una gran estrella que emite rayos, rodeada por 11 cuerpos celestes planetas que a su vez descansan sobre una cadena de 24 globos más pequeños. No Es casualidad que el número total de «lunas» o satélites de los planetas de nuestro sistema solar sea exactamente 24. (Los astrónomos de hoy excluyen los que tienen menos de 16 kilómetros de diámetro). Estas representaciones reflejan nuestro sistema solar, pues los estudiosos dicen que el sistema planetario del cual la Tierra forma parte está compuesto por el Sol, la Tierra y la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Tenemos al sol y 10 planetas si no se cuenta a la Luna como planeta. Pero los sumerios afirmaban que nuestro sistema estaba compuesto por el Sol y 11 planetas contando la Luna e incluyendo un Duodécimo del que tenían una firme opinión, había un 12º miembro en el sistema solar: El planeta madre de los Nefilim llamado el Duodécimo Planeta.

Antes de comprobar la precisa información sumeria, revisemos el conocimiento de la Tierra y los cielos que la circundan.

Más allá de los gigantes Júpiter y Saturno, a distancias inmensas en términos humanos, están Urano, Neptuno y el pequeño Plutón que, pertenecen a nuestro sistema solar es conocimiento reciente.

  • Urano fue descubierto gracias a la utilización de telescopios perfeccionados en 1781. Tras observarlo durante 50 años, los astrónomos concluyeron que su órbita revelaba la influencia de otro planeta y Guiados por cálculos matemáticos,
  • Neptuno fue localizado en 1846. A finales del siglo XIX, fue evidente que Neptuno se veía influenciado por otra atracción gravitatoria.
  • El desconcierto se resolvió en 1930, con la observación y localización de Plutón.

 

NICOLÁS COPÉRNICO. Hasta 1780 y siglos antes, la gente creyó que había 7 miembros en nuestro sistema solar: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. La Tierra no contaba como planeta porque estos planetas le daban vueltas al cuerpo celeste más importante creado por Dios, con su creación más importante sobre ella: El Hombre. Espoleado a reexaminar siglos de conceptos astronómicos debido a las necesidades de navegación de la época de los Descubrimientos como los de Colón en 1492, Magallanes en 1520 y otros como que la Tierra no era plana sino esférica, Copérnico basado en cálculos matemáticos y en la búsqueda de respuestas en escritos antiguos, descubrió que la Tierra es uno entre varios planetas de un sistema heliocéntrico centrado en el Sol pero, Temiendo la ira de la Iglesia Católica por desafiar la postura de la posición central de la Tierra, solo publicó su estudio «De REVOLUTIONIBUS ORBIUM COELESTIUM» estando ya en el lecho de muerte en 1543.

Uno de los pocos eclesiásticos que apoyó a Copérnico, el cardenal SCHONBERG, le escribió en 1536: Me he enterado de que usted no sólo conoce los fundamentos de las antiguas doctrinas matemáticas, sino que además ha creado una nueva teoría… según la cual la Tierra está en movimiento y es el Sol el que ocupa la posición fundamental y por tanto cardinal.

Los conceptos sostenidos por aquel entonces se basaban en las tradiciones griega y romana donde la Tierra era plana y abovedada por los distantes cielos, en los cuales las estrellas estaban fijadas. Contra aquel cielo tachonado de estrellas se movían los planetas «errantes» alrededor de la Tierra: Había 7 cuerpos celestes de donde tomaron su origen los siete 7 de la semana y sus nombres; El Sol (SUNDAY), la Luna (Lunes), Marte (Martes), Mercurio (Miércoles), Júpiter (Jueves), Venus (Viernes) y Saturno (SATURDAY). Estas nociones astronómicas provenían de las obras y codificaciones del egipcio Ptolomeo, astrónomo de Alejandría del siglo II d.C., cuyas tajantes conclusiones eran que el Sol, la Luna y tos cinco planetas se movían en círculos alrededor de la Tierra e imperaron durante más de 1300 años, hasta que Copérnico puso al Sol en el centro. Para unos Copérnico es el Padre de la Astronomía Moderna y para otros es el investigador-reconstructor de antiguas ideas.

  • Estudió concienzudamente los escritos astrónomos griegos que precedieron a Ptolomeo, como Hiparco y Aristarco de Samos quien sugería en el siglo III a.C. que los movimientos de los cuerpos celestes se podían explicar mejor si el Sol y no la Tierra, ocupaba el centro del sistema.
  • 2000 años antes de Copérnico, los griegos hicieron una lista de los planetas en su orden correcto desde el Sol, reconociéndolo como el punto focal del sistema solar.
  • El concepto heliocéntrico fue redescubierto por Copérnico.
  • Los astrónomos sabían más en el 500 a.C. que en el 500 o 1500 d.C.

En la actualidad, los expertos tienen un hueso duro de roer a la hora de explicar por qué primero los griegos y luego los romanos daban por hecho que la Tierra era plana y que se elevaba por encima de una capa de aguas turbias bajo las cuales estaba el Hades o Infierno, cuando algunas de las evidencias dejadas por los astrónomos griegos de los primeros tiempos indican que ya sabían que no era así.

Hiparco, que vivió en Asia Menor en el siglo II a.C., trató del «desplazamiento del signo en el solsticio y el equinoccio», fenómeno llamado ahora «PRECESIÓN DE LOS EQUINOCCIOS» que sólo se puede explicar en términos de «astronomía esférica», donde la Tierra está rodeada por otros cuerpos celestes como una esfera dentro de un universo esférico. Sabía que la Tierra era un globo e hizo sus cálculos en términos de astronomía esférica. El fenómeno de la precesión se puede observar al relacionar la llegada de la primavera con la posición del Sol, visto desde la Tierra en una constelación zodiacal dada. El cambio de casa zodiacal a otra requiere 2.160 años e Hiparco no podía haber vivido lo suficiente como para hacer esa observación astronómica. ¿De dónde obtuvo esa información?

 

EUDOXO DE CNIDO, otro matemático astrónomo griego que vivió en Asia Menor dos siglos antes que Hiparco, diseñó una esfera celeste, copia de la cual fue erigida en Roma junto con la estatua de Atlas aguantando el mundo. Los dibujos de la esfera representaban las constelaciones zodiacales. Si EUDOXO concibió los cielos como una esfera, ¿Dónde estaba la Tierra con relación a los cielos, sabía que la Tierra era esférica y pensaba que estaba rodeada por la esfera celeste? Sus trabajos cuyos originales se perdieron, han llegado gracias a los poemas de Arato, que en el siglo III a.C., tradujo al lenguaje poético.

En este poema conocido por San Pablo puesto que lo citó, se describen las constelaciones detalladamente trazadas por todo alrededor y remite su agrupación y denominación a una época muy remota por Unos hombres de antiguo cuya nomenclatura pensaron y diseñaron y formas apropiadas encontraron.

¿Quiénes fueron los «hombres de antiguo» a los cuales atribuía EUDOXO la denominación de las constelaciones?

Basándose en ciertas pistas del poema, los astrónomos modernos creen que los versos griegos describen los cielos tal como se veían en Mesopotamia alrededor del 2200 a.C. El hecho de que Hiparco y EUDOXO vivieran en Asia Menor aumenta las probabilidades de que obtuvieran sus conocimientos de fuentes hititas, visitaran su capital y vieran desde allí la divina procesión tallada en las rocas; pues entre los dioses que desfilan hay 2 hombres-toro que sostienen un globo, imagen que pudiera haber inspirado a EUDOXO para esculpir el Atlas y la esfera celeste. Los primeros astrónomos griegos que vivieron en Asia Menor estaban mejor informados que sus sucesores debido a que pudieron beber de fuentes mesopotámicas. Hiparco, confirmó en los escritos que sus estudios se basaron en un conocimiento acumulado y verificado durante milenios. Y nombró a sus mentores, los astrónomos babilonios de EREK, BORSIPPA y Babilonia.

Gemino de Rodas indicó a los caldeos antiguos babilonios como los descubridores de los movimientos exactos de la Luna; El historiador DIODORO SÍCULO del siglo I a.C. confirmó la exactitud de la astronomía mesopotámica y afirmó que los caldeos dieron nombre a los planetas… en el centro de su sistema estaba el Sol, la luz más grande, del cual los planetas eran descendientes, reflejando la posición y el brillo del Sol. La fuente reconocida del conocimiento astronómico griego era Caldea; invariablemente, aquellos caldeos poseían un conocimiento mayor y más preciso que el de los pueblos que les siguieron. Durante generaciones, por todo el mundo antiguo el nombre caldeo fue sinónimo de observadores de estrellas y de astrónomos.

El A.T. está repleto de información astronómica.

  • Dios le decía a Abraham, que salió de Ur de los Caldeos, que mirara a las estrellas cada vez que hablaba de las futuras generaciones hebreas.
  • José se comparaba a sí mismo y a sus hermanos con 12 cuerpos celestes.
  • El patriarca Jacob bendijo a sus 12 hijos relacionándolos con las doce constelaciones del zodiaco.
  • En los Salmos y en el Libro de Job se refieren una y otra vez a fenómenos celestes, a las constelaciones del zodiaco y a otros grupos de estrellas como las Pléyades.

El conocimiento del zodiaco, la división científica de los cielos y otros datos astronómicos eran bien conocidos en el antiguo Oriente Próximo bastante antes de la época de la Grecia clásica. El alcance de la astronomía mesopotámica, en la que se basaron los griegos, fue enorme; sólo con lo que los arqueólogos han encontrado, hay una avalancha de textos, inscripciones, impresiones de sellos, relieves, dibujos, listas de cuerpos celestes, presagios, calendarios, tablas horarias de amaneceres y puestas del Sol y los planetas, predicciones de eclipses…Muchos de estos textos tardíos eran más astrológicos que astronómicos por naturaleza.

Los cielos y movimientos de los cuerpos celestes parecían ser la principal preocupación de los poderosos reyes, los sacerdotes de los templos y la gente de la tierra en general; el objetivo de los observadores de estrellas parecía ser el de encontrar en los cielos la respuesta al curso de los asuntos en la Tierra: guerra, paz, abundancia, hambruna.

Compilando y analizando centenares de textos del primer milenio a.C., R. C. THOMPSON en «THE REPORTS OF THE MAGICIANS AND ASTROLOGERS OF NINEVEH AND BABYLON» demostró que estos observadores de estrellas estaban interesados en el destino de la tierra, su gente y su soberano desde un punto de vista nacional y no se preocupaban del destino individual como ocurre en la actualidad con la astrología HOROSCÓPICA:

  • Si la Luna en el momento calculado no se ve, habrá una invasión de una poderosa ciudad.
  • Si un cometa se cruza con el sendero del Sol, el flujo del campo descenderá; un tumulto sucederá dos veces.
  • Si Júpiter va con Venus, las oraciones de la tierra alcanzarán el corazón de los dioses.
  • Si el Sol se coloca en la posición de la Luna, el rey de la tierra estará seguro en el trono.

Esta astrología precisaba de un conocimiento astronómico amplio y preciso sin el cual no se hubieran podido hacer los presagios. Los mesopotámicos, en posesión de tales conocimientos, distinguían entre las estrellas fijas y los planetas errantes, sabían que el Sol y la Luna ni eran estrellas fijas ni planetas ordinarios. Estaban familiarizados con los cometas, los meteoritos y otros fenómenos celestes; podían calcular las relaciones entre los movimientos del Sol, la Luna y la Tierra y predecir eclipses. Seguían los movimientos de los cuerpos celestes y los relacionaban con la órbita de la Tierra y con la rotación a través del helíaco sistema que aún se utiliza hoy y que mide la salida y la puesta de las estrellas y los planetas en los cielos de la Tierra con relación al Sol.

Para seguir el rastro de los movimientos de los cuerpos celestes y sus posiciones en los cielos con relación a la Tierra y entre sí, los babilonios y asirios disponían de unas precisas tablas de efemérides. En ellas se listaban y se predecían las posiciones futuras de los cuerpos celestes. El profesor GEORGE SARTON en «CHALDEAN ASTRONOMY OF THE LAST THREE CENTURIES B.C.» descubrió que las habían calculado según dos métodos: uno tardío, utilizado en Babilonia y otro más antiguo el de Uruk, más sofisticado y preciso que el tardío y justificó esta sorprendente situación concluyendo que las erróneas nociones astronómicas de griegos y romanos vinieron como resultado del cambio a una filosofía que explicaba el mundo en términos geométricos, mientras que los sacerdotes-astrónomos de Caldea seguían las fórmulas y tradiciones prescritas de Sumer. El descubrimiento de las civilizaciones mesopotámicas, realizado con las excavaciones efectuadas en los últimos 100 años, no deja lugar a dudas que tanto en el campo de la astronomía como en otros muchos campos, las raíces de nuestro conocimiento están profundamente arraigadas en Mesopotamia. También en este campo hemos recurrido a y continuamos el patrimonio de Sumer.

Las conclusiones de SARTON se han visto refrendadas por los extensos estudios del profesor O. NEUGEBAUER en «ASTRONOMICAL CUNEIFORM TEXTS«, quién quedó asombrado al descubrir que las efemérides con lo precisas que eran, no se basaban en las observaciones de los astrónomos babilonios que las prepararon, sino que las habían calculado a partir de esquemas aritméticos fijos… que venían dados y que no debían trastocar» ayudados con unos «textos de procedimiento» que acompañaban a las efemérides y que «daban las normas paso a paso, para el cálculo de las efemérides», según una «estricta teoría matemática». Concluyó que los astrónomos babilonios ignoraban las teorías sobre las que se basaban las efemérides y sus cálculos matemáticos y admitió también que «el fundamento empírico y teórico» de estas precisas tablas se escapa también en gran medida a los expertos modernos y está convencido que las antiguas teorías astronómicas «deben haber existido, porque es imposible diseñar unos esquemas de cálculo tan complicados sin un plan sumamente elaborado».

El profesor ALFRED JEREMIAS en «HANDBUCH DER ALTORIENTALISCHEN GEISTKULTUR» concluyó que los astrónomos mesopotámicos estaban familiarizados con el fenómeno de la retrogradación, el aparente curso errático y serpentino de los planetas tal como se ven desde la Tierra, causado por el hecho de que la Tierra órbita al Sol con mayor rapidez o lentitud en relación con los otros planetas. La trascendencia de este conocimiento radica no sólo en el hecho de que la retrogradación es un fenómeno relacionado con las órbitas alrededor del Sol sino también en el hecho de que se debió requerir de largos períodos de observación para dominarla y trazarla. El enigma es saber Dónde se desarrollaron estas complicadas teorías y quién hizo las observaciones sin las cuales jamás se habrían podido desarrollar. NEUGEBAUER indica que en los textos de procedimiento se encuentra un gran número de términos técnicos de lectura y significado totalmente desconocido y que Alguien mucho antes de los babilonios, poseía un conocimiento astronómico y matemático muy superior al de las posteriores culturas de Babilonia, Asiría, Egipto, Grecia y Roma.

Los babilonios y los asirios consagraron una parte sustancial de sus esfuerzos astronómicos a mantener un calendario preciso. Al igual que el calendario judío actual, el suyo era un calendario solar-lunar en el que se vinculaba «intercalaba» el año solar de poco más de 365 días con un mes lunar de poco menos de 30 días. Aunque el calendario era importante para los negocios y otras necesidades mundanas, se requería que fuera preciso, principalmente, para determinar el día y el momento exactos del Año Nuevo y otras celebraciones y cultos a los dioses.

Para medir y vincular los intrincados movimientos del Sol, la Tierra, la Luna y demás planetas, los sacerdotes-astrónomos mesopotámicos se basaban en una compleja astronomía esférica. La Tierra se tenía por una esfera con un ecuador y unos polos; los cielos se dividían con unas imaginarias líneas ecuatoriales y polares. El paso de los cuerpos celestes se relacionaba con la eclíptica y la proyección del plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol sobre la esfera celeste; los equinoccios puntos y los momentos en los cuales el Sol, en su movimiento anual aparente, cruza al norte y al sur el ecuador celeste; y los solsticios el momento en que el Sol, durante su movimiento anual aparente a lo largo de la eclíptica, se encuentra en su mayor declinación norte o sur. Todos estos son conceptos astronómicos se vienen utilizando hasta el día de hoy.